El grupo Peregrinos por Brochero desarrolla cada 2 años un circuito de 240 km, uniendo Villa Santa Rosa con Villa Cura Brochero
La devoción por Jose Gabriel Brochero crece, y esto se manifiesta en las distintas actividades que se realizan en torno a él.
Desde 1996 se realiza en Córdoba la Cabalgata Brocheriana, para el día del natalicio del curita, todos los 14 de marzo.
La idea es unir en cinco días la ciudad de Córdoba, cruzado las altas cumbres, con la localidad de Villa Cura Brochero.
Este circuito no solo se realiza a caballo, también es realizado a pie.
En el 2018 la agrupación Peregrinos por Brochero, agrego al recorrido la ciudad natal, Villa del Rosario, extendiendo así el circuito, completando el tramo en 8 días y recorriendo 240 km.
Los inicios, compartir el mismo camino.
Nos cuenta José Villarreal, “nos iniciamos como Peregrinos por Brochero, en el año 2009, empezamos con unos pocos peregrinos, alrededor de 18”
“La aventura”, señala, empezó con la idea de “dar gracias de poder pedirle a Brochero para que la gente pudiera llegar a los altares”.
Los años se sucedieron y con mucho entusiasmo se fue construyendo el grupo de caminantes para llegar a más de 250 personas en una peregrinación antes de la pandemia.
Llego el 2018, y el grupo se propuso extender el circuito, el objetivo unir el paraje conocido como Carreta Quemada, lugar donde nació Jose Gabriel Brochero, ubicado a 3 km de Villa Santa Rosa, hasta la localidad de Villa Cura Brochero.
El camino de Brochero.
El circuito peregrino que propone el grupo se desarrolla cada dos años, siendo el día 14 de marzo la fecha de partida.
Los caminantes parten desde el lugar de natalicio del cura, Carreta Quemada y se extiende por un trayecto de 240 km, concluyendo en Villa Cura Brochero.
A lo largo de ocho días la caminata recorre distintas localidades, este es el circuito
A lo largo del trayecto cada ciudad recibe a los peregrinos, le brindan un emotivo recibimiento como así también lugar para descansar.
El camino es testigo de las historias de Brochero y anécdotas que se van compartiendo, así lo relata José,”por ahí nos dejan helados con los milagros que hace Brochero en su vida, en seres queridos, en personas que están enfermas”.
El camino se torna ameno, aunque por momentos cuesta y cansa, a veces la inclemencia del tiempo, hace su parte, aunque Brochero da la fuerza, esa energía especial para continuar.
Cada año es distinto tiene un condimento que lo diferencia, asevera Don Villarreal, la despedida con el compañero y amigo duele, aunque pronto un nuevo peregrinar junto a Brochero, los reunirá nuevamente.