Guías profesionales y prestadores de turismo, el trekking en Córdoba con falta de control, una legislación que ha quedado desactualizada.
La provincia de Córdoba tiene diversidad de atractivos, con la disponibilidad de visitarlos en cualquier momento del año.
Espacios que invitan a que dejes la rutina de lado y le pongas primera a la escapada, a transitar senderos y disfrutar del aire libre.
Antes de que la pandemia arribara a estas tierras, la demanda para la realización de actividades de turismo alternativo creció exponencialmente y, junto a ello, la oferta de guías.
Tras un largo período que debimos quedarnos en casa, se habilitó la posibilidad de salir y las sierras fueron el destino predilecto de cordobeses que buscaron retomar los senderos.
Por un lado esta realidad, del otro están los guías, que a lo largo de nueve meses sufrieron el embate de la enfermedad mundial manteniéndolos en sus hogares sin poder trabajar e inmersos en una situación económica que se tornó crítica.
La apertura turística se dio recién en diciembre, de manera progresiva, aunque algunos supuestos guías y osados caminantes comenzaron de antemano a transitar distintos puntos serranos.
Se suma el riesgo de que no cuentan con la experiencia y mucho menos con el equipo necesario para desarrollar la actividad. Un ejemplo, el calzado.
El medio que represento ha visibilizado el trabajo de prestadores y guías profesionales de turismo alternativo, y notamos la gran falta de controles en distintos accesos a lugares de caminatas que son tradicionales.
Un claro ejemplo fue lo ocurrido en el Cerro Pan de Azúcar, en la localidad de Cosquín, cuando se le solicitaba a los caminantes que no recorrieran la zona en pleno fragor del incendio desatado antes de la apertura turística.
Prosigo con lo siguiente. ¿Cuántas personas se han perdido en las sierras?.
Esta es la realidad que nos toca, la cual es más resonante a lo largo de la temporada alta turística por la repercusión que alcanza en redes sociales y medios de comunicación.
Mientras que en los restantes casi trescientos días del año todo queda a la deriva, sin control por parte del ente establecido a tal fin, la ACT.
Sin control, poca seguridad.
En numerosas oportunidades hemos hecho mención, con profesionales invitados en nuestra plataforma de comunicación, de la gran cantidad de personas que salen a los senderos coordinando grupos sin habilitación.
Son personas amantes de la naturaleza, que tienen conocimiento de la montaña, aunque pueden o no contar con la capacitación necesaria para desarrollar la actividad.
Mi intención no es desmerecer la capacidad de estas personas, la cuestión que nos ocupa no es si “Juancito o Susanita son muy piolas”, o bien conocen el lugar que estamos visitando; sino que la mirada denota si cuentan con la capacitación necesaria, seguros de viajes, equipos de comunicación alternativa o bien planificación ante un riesgo.
Hoy en las redes sociales hay invitaciones varias para la juntada divertida a caminar, todas son alegres y para salir de la rutina, aunque realmente… ¿Estás seguro?.
Hoy, cualquier persona sale por los senderos a coordinar o bien “guiar” a un grupo de personas.
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Capilla del monte: Una regulación para caminantes que no caminó.
El Guía Profesional debe contar con conocimiento de gestión de riesgo, rescate, asistencia al turista, meteorología, geomorfología, algo que no se alcanza de un día para el otro, exige mucha formación y tiempo de aprendizaje.
Se adiciona al momento del servicio el seguro en viaje, el estado de salud del participante, medios de comunicación alternativos, conocimiento de protocolos de salud (covid-19), correcto estado del transporte, entre otros.
Existen leyes provinciales que acompañan a la actividad, como es el caso de la Nro. 8801, la cual fue promulgada a fines de 1999.
Si bien tiene algunas actualizaciones, la misma data de hace 21 años y no contempla en su totalidad la evolución que experimentó el Turismo Alternativo. Sumándose a que las palabras postuladas no son controladas por el ente.
La situación no da para más y seré frío en este análisis final. Muchos queremos ir a disfrutar de la naturaleza. ¿Pero estamos preparados?. ¿Conocemos los riesgos por la imprudencia?. ¿Si te perdés sabes cuál es el resultado?.
También me pregunto. ¿Por qué siempre elegimos el mal menor?. Es decir, medimos siempre desde el bolsillo y no por el riesgo que corre nuestra salud o nuestra familia, y es por ello que planteo lo siguiente.
Preocupantemente muchas veces se elige la competencia desleal, lo seudo barato pero inseguro; en contraposición de una travesía guiada por un profesional.
Quien como la palabra lo dice, se formó para ello y cumple con la totalidad de las regulaciones vigentes.
Es importante tener en cuenta que la ecuación que estipula el precio en un servicio guiado, tiene el fin de garantizar las condiciones necesarias en seguridad para que puedas salir de la rutina y divertirte en una escapada por las montañas cordobesas, como vos y los tuyos lo merecen.
Creo que las respuestas están a la vista.