Turismo religioso, la mirada puesta como producto

El Turismo religioso analizado como un aporte al desarrollo económico de una región.

A lo largo del mes de abril se buscó dar visibilidad a todas aquellas manifestaciones y lugares que se relacionan a la temática religiosa.

El desafío fue interesante, ya que se propuso distintos ejes de contenido que mostraran un personaje, un lugar, su gente, asi también de que manera se vincula como producto turístico.

Es en ese último punto donde detenemos la mirada, para conocer de que manera un movimiento religioso, sin importar el credo, motoriza el desarrollo y la economía de una región.

Es conocida la reticencia de llamarlo producto, así lo señala el Lic. Gustavo Loza, Coordinador de Turismo Religioso para Agencia Córdoba Turismo (ACT).

Aunque no es incompatible, en palabras de Gustavo, la relación de lo religioso con la posibilidad de desarrollo comercial.

La mirada esta puesta en el entorno a las manifestacións religiosas, en todos los credos, lo que genera localmente que un lugar sea visitado por una cantida de personas.

Se activa el ámbito regional, asimismo trae aparejado un desarrollo y la economía de una zona.

Para Gustavo “como producto turístico es el más antiguo, aunque no hace mucho tiempo en nuestro país se lo denomina de esa manera”.

Aunque afirma “Había mucha reticencia de llamarlo producto, porque no se puede hacer comercio con la religión, “siempre sostengo que no es incopmpatible lo religioso con la posibilidad de desarrollo comercial”.

Comenta que han surgido distintos organismos que trabajan en la temática, agentes de viaje, organizaciones gastronómicas, religiosas, están participando en distintas instancias.

También es importante la forma en la cual se desarrolla la actividad, siempre con respeto y responsabilidad.

Sin embargo es de interés entender que “el que hace turismo religioso es aquel va a determinados lugares o destinos a rezar, peregrinar, y en realidad hay que considerarlo un poco más amplio” plantea el Lic. Loza.

De esta manera el visitante accede a nueva información cultural del lugar, así también de las costumbres propias.

Desde hace un tiempo se viene trabajando en este circuito que unirá países, ciudades y lugares, así también conectara culturas y mucha historia.

Este año se ha retomado, señala, el coordinador de la ACT, una trabajo que comenzó en el 2016 y convoca a participar de este legado jesuítico a Uruguay, Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina.

En aquella oportunidad el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prometió financiar el camino jesuita.

Bien puntualizaba Gustavo que se ha avanzado, en la actualidad se lanzó un smart challenge (link), esto abrirá los horizontes en distintos sentidos, sostiene Gustavo.

Y añade “además de la difusión y de lo que es el camino de los jesuitas, y el conocimiento de los destinos y aspectos que implica esto, va a generar otra iniciativa que tiene que ver con lo tecnológico, esta pandemia ha permitido a aprovechar lo digital y tecnológico”.

El objetivo a alcanzar es el turismo internacional, el turista tendrá distintos recorridos, al ser muchas las provincias involucradas, entre ellas Córdoba, Tucumán, Salta, Misiones. 

Nuevos caminos, parajes por donde anduvo el curita, investigaciones que tratan de certificar sus pasos, es en sí, más allá del espíritu religioso un producto que puede afianzar una economía local.  

Falta muchísimo para conocer todo lo que puede aportar la vida y el camino que hizo Brochero, afirma Gustavo Loza, en resumen. 

Para conocer más sobre los puntos recorridos por Jose Gabriel, se puede acceder a la biobibliografía de la Lic. Lliana Denaro, conocedora e investigadora de muchísimos años, reflexiona Gustavo.

Anecdóticamente, comenta, “he dado una charla en Merlo, donde se conoció que había estado allí oficiando misas, casamientos y bautismos, digo van apareciendo estas cosas, que después hay que investigarlas y certificarlas”. 

Que bueno sería pensar que estos caminos se asemejen al de Compostela en España, ya que el legado del cura “no tiene techo” afirma.

Además agrega, que se está trabajando sobre distintos lugares y localidades, donde mucha gente no conoce y el santo ha llevado alguna obra.

Se puede establecer así, todo lo que genera el curita, a partir de allí y como ejemplo, lo que significa en algunos pueblos el turismo religioso como producto.

El coordinar de la ACT recuerda su primer paso por un congreso en Brasil, “me llamo la atención que no consideran destinos de turismo religioso si no existe la artesanía, es una fuente de trabajo y de desarrollo”.

A continuación la charla que mantuvimos con el Lic. Gustavo Loza, coordinador del área de Turismo Religioso en la Agencia Córdoba turismo, en el programa Dejate llevar que se emite los miércoles de 19 a 21 hs.