Puentes colgantes, paisajes y naturaleza, una mixtura para descubrir.
En esta experiencia compartida con amigos trazamos el trayecto a El Cóndor desde Copina, un camino muchas historias, que refleja la labor de época y la fuerza de un curita.
Cruzar Traslasierras es toda una experiencia, la gran cercanía con la naturaleza, los balcones para maravillarse, el vuelo en paz de cóndores y la inmensidad …
Como siempre digo el camino nos propone el desafío de parar a cada momento y disfrutar el paseo,, la idea es ir conociendo rincones, y esta ruta tiene mucho de eso.
Son diversos los atractivos que podemos visitar, cada uno presenta su grado de belleza y su tiempo para recorrerlo, en nuestro caso nos regalamos un tiempo para recorrer los 16 km de este trazado histórico, desde Copina hacia El Cóndor.
La primera recomendación, el horario elegido para realizar el circuito, la provincia de Córdoba tiene un condicionante climático, su gran amplitud térmica, mucho calor en verano y bajas temperaturas en invierno (incluido nieve).
Allá vamos, un tremendo paseo nos espera.
El equipo viajero está casi completo, Clara, Sebastián, Javier Olmedo, nos faltó Marta, por una cuestión de logística interna. Seguro formará parte de la próxima salida.
Partimos desde la ciudad de Córdoba recorriendo la nueva ruta que evita Carlos Paz, por Falda del Cañete, me quede con ganas de los sandwich de Quito.
La primera parada el mirador del Curita Gaucho, una tremenda obra de infraestructura.
Luego continuamos la marcha para doblar hacia la derecha, dejamos la RP 34 y tomamos la RP 14, desde allí hay que estar atento al cartel que nos indica el camino hacia Copina y puentes colgantes.
Ingreso al camino de los Puentes Colgantes Ingreso al camino de los Puentes Colgantes
El camino de tierra se nos presenta a la izquierda es la vieja RP14, por delante 23 km de camino de tierra, cinco puentes colgantes, cascadas, postales increíbles y mucho aire serrano.
Un camino, mucha historia y un cura gaucho.
Si hubo alguien interesado en este trazado fue José Gabriel Brochero, su preocupación radicó en las necesidades, que eran de toda índole, que tenían los habitantes que se encontraban pasando las Sierras Grandes.
Su peregrinar fue intenso hasta que en 1883, aproximadamente, durante el gobierno del Dr. Miguel Ángel Juárez Celman logra que se tenga en cuenta sus reclamos y el trazado de un camino que uniría la región pasaría del anhelo al hecho.
Los estudios concluyeron en 1914, y las obras dieron comienzo en los primero días del año 1915, tras un ágape en la casa de Carlos Nicandro Paz, que contó con la presencia del entonces gobernador de Córdoba Ramón J. Carcano, muy amigo del cura.
La obra tendría un extensión de 93 km y teniendo en cuenta la topografía del lugar, se realizarían puentes colgantes para superar algunas cascadas y precipicios.
Los trabajos concluyeron en 1918 bajo la gobernación de Julio C Borda, aunque el protagonista principal no pudo asistir. El curita falleció en 1914.
Comenzamos el periplo, una nueva experiencia.
Son 16 km los que comprenden el camino, el comienzo es indistinto, aunque les recomendaría iniciarlo desde el paraje Copina.
Lo primero que nos encontramos es con un caserío que ya tiene más de 100 años, estas construcciones fueron levantadas para los trabajadores que tendrían la responsabilidad de realizar la obra vial de mayor importancia del país, en esa época.
Hacia 1918 se instalan dos hoteles Copina y Las Vertientes, el último actualmente ha sido restaurado y se encuentra habilitado. Recomendación, probar la gastronomía que ofrece el “Almacén”, llamado así por su parecido con un local de ramos generales. En el lugar se ofrece el servicio de alojamiento.
A partir de allí comienza el circuito hacia los puentes colgantes, son 5 los que vamos a cruzar, tenemos por delante casi 3 km.
Si optamos por caminar, nos llevará un tiempo de 40 minutos aproximadamente, con un nivel de dificultad bajo. La duración del paseo se supera ampliamente, vas a querer disfrutar a pleno el lugar.
Si la idea es andar en bici, la recomendación es realizar el trayecto desde el Cóndor hacia Copina, es todo en bajada, por tal motivo pedalear con cuidado.
¡Atento automovilistas! el camino parece transitable, pero no te confíes, hasta el quinto puente tiene sus tramos difíciles para conducir, luego se transforma en un total desastre. Es aconsejable un medio de movilidad alto y con buenos frenos.
Cada puente colgante tiene sus postales, pareciera que hubieran tenido en cuenta el paisaje para hacerlos. Vas a parar seguro en cada uno de ellos.
Sin embargo, en lo personal, los que se llevaron todo mi tiempo y mi asombro, fueron los tres últimos, por las cascadas, las hoyas para bañarse y su naturaleza intensa.
En el cuarto y quinto cruce, me cansé de sacar fotos, consejo hace unos metros más en el camino y desde arriba vas a poder capturar las mejores imágenes.
Continuando el camino…
Para aquellos que siempre van un poco más allá, les recuerdo algo, les propongo sumar el dato del porqué de la creación del trayecto, quien fue el peregrino que lo recorrió y que bregó por su trazado. Es decir estas perlitas viajeras sumarán un aditamento a la gran postal del paseo.
El camino es intransitable para vehículos bajos, aunque si lo haces caminando te puede llevar un poco más de 3 hs aproximadamente.
A lo largo nos fuimos encontrando con algunas casitas de piedra o paradas de dos transportes públicos que circulaban, El Petizo y E.P.A.
( Empresa Pampa de Achala)
El final de nuestro camino se acerca, justo antes, te vas a topar con el gran hotel El Cóndor, hoy totalmente descuidado y un poco más adelante la capilla de la Virgen de las Nieves.
Se que di muchos consejos y recomendaciones, aunque es importante que cada uno pueda experimentar a su forma este paseo, que de seguro vas a querer volver a vivirlo.
Datos a tener en cuenta
Visitamos: Los Puentes Colgantes de Copina.
Ubicacion:

