La temporada de invierno refleja un crecimiento sostenido del turismo con más de 117 mil millones de pesos de impacto económico.
La provincia de Córdoba atraviesa un invierno con gran movimiento turístico, consolidando su atractivo como destino elegido por visitantes de todo el país.
Durante las primeras dos semanas del receso invernal, más de 500 mil turistas recorrieron los principales corredores turísticos cordobeses, generando un impacto económico superior a los $117.116 millones, según datos oficiales de la Agencia Córdoba Turismo.
Con un gasto diario promedio de $102.109,47 por persona, que incluye alojamiento, gastronomía, actividades recreativas y traslados, Córdoba se afirma como un destino accesible y competitivo para las vacaciones de invierno.

El presidente de la Agencia Córdoba Turismo, Darío Capitani, sostuvo:
“Estos números son el resultado del trabajo conjunto entre el sector privado, los municipios y el compromiso por fortalecer la propuesta turística durante todo el año”.
La temporada invernal en Córdoba se destaca por el buen nivel de ocupación en diferentes regiones turísticas.
Entre los destinos con mejor desempeño se encuentran:
- Villa General Belgrano con un 78% de ocupación promedio y picos del 90%.
- La Cumbrecita y Santa Rosa de Calamuchita, con 68% y 71% respectivamente.
- Villa Carlos Paz, un clásico del turismo cordobés, registró picos superiores al 87%.
- Miramar de Ansenuza, con un sólido 69%, se posiciona como referencia del ecoturismo.
- Otras localidades como La Falda, Capilla del Monte, Tanti, La Cumbre, Mina Clavero y Córdoba Capital reportaron cifras superiores al 65%.
Córdoba, un destino para todo el año
La variedad de paisajes, actividades al aire libre y propuestas culturales convierten a Córdoba en un destino turístico atractivo para familias, parejas y grupos de amigos.
Con semanas de vacaciones que se extienden hasta el 27 de julio, la provincia mantiene una dinámica positiva en la llegada de visitantes.
Las autoridades y referentes del sector destacan la articulación público-privada como clave para ofrecer experiencias turísticas diversificadas, donde la naturaleza, la gastronomía y la cultura se combinan para potenciar la estadía del visitante.
